Es un herramienta que nos permite planificar menús variados y saludables adaptados a las necesidades de cada persona, de una manera sencilla y práctica, sin tener que pesar ni medir las porciones de los alimentos y utilizando el mismo plato como guía.
Conseguimos que las comidas principales del día tengan representación de los tres grupos de alimentos que las convierten en equilibradas.
Dividimos este plato en cuatro partes imaginarias y cada una de ellas será destinada a un grupo de alimentos:
- Verduras y hortalizas en crudo y en cocido (2 partes)
- Alimentos proteicos (1 parte)
- Alimentos farináceos, féculas, legumbres (1 parte)
Para completar se recomienda incluir un postre a base de fruta, y agua como bebida.
Teniendo en cuenta esta distribución y proporción de nutrientes, se pueden adaptar las texturas y las formas de cocinado a las preferencias, o condición física de la persona.
La alimentación en el paciente oncológico difiere de la del resto de personas. Habitualmente, presentan menor apetito y se sacian más rápido por lo que organizar las comidas en un primero con verduras u hortalizas, un segundo proteico y un postre no es lo más adecuado. El método del plato ayuda al correcto aporte de proteínas en la alimentación, ya que son incluidas simultáneamente con el resto de grupos de alimentos y garantizamos que la ingesta es la adecuada.
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